lunes, 11 de mayo de 2015

Bien estar social, requisito de vida.


Mario Danilo Elizondo Gutierrez
A01229697
Bien estar social, requisito de vida.
Resumen
Este trabajo ofrece una opinión muy personal, con una intención muy general, dirigida a una sociedad y con el fin de crear conciencia dentro del individuo y los actos que este realiza y presencia. El Muro A.C. es una asociación que vela por los derechos de los animales, con un mensaje e intención mucho más profunda que eso, la erradicación de violencia, brindándonos así, el bien estar social. Basándonos en teorías y análisis éticos y con el apoyo de casos específicos en los cuales hablaremos de la violencia hacia los animales y los síntomas tanto previos como resultantes de la violencia. De igual manera daremos un breve vistazo al relativismo cultural, con la intención de contrastar los actos violentos en distintos niveles socioculturales.
Palabras clave: Justicia social, bien estar social, violencia a los animales, responsabilidad moral, violencia intrafamiliar, moral, relativismo cultural, escalera de la violencia
Introducción: La violencia y los daños que conlleva
Todos sabemos bien lo que es la violencia, como se presenta y las razones por las cuales surge. Si no es así, te las menciono… existe la violencia física, en la cual implica la agresión de un sujeto a otro causando un daño visible en el cuerpo del agredido, de igual manera, se encuentra la violencia psicológica o emocional, en la cual se acude a insultos, gritos o incluso presenciar algún acto violento en casa. Así que, “Consideramos la violencia intrafamiliar como toda acción u omisión cometida en el seno de la familia por uno o varios de sus miembros que de forma permanente ocasione daño físico, psicológico o sexual a otros de sus miembros, que menoscabe su integridad y cause un serio daño a su personalidad y/o a la estabilidad familiar.” (Almenares, Louro, Ortiz. 1999).
La violencia funciona de una manera repetitiva, en la cual siempre hay a quien hacerle lo que te hicieron. El Muro AC es una asociación en la cual nos describe este comportamiento como, la escalera de la violencia, en la cual “el adulto hombre se desquita con la mujer, la mujer con los hijos y los hijos contra el animal doméstico, provocando así la agresión hacia los más débiles y siempre de manera descendente” (El Muro AC, 2009).
Todos los seres humanos somos merecedores del respeto y por lo tanto obligados a respetar a los demás, somos un ser racional y capaz de comprender la diferencia entre el bien y el mal. Pero, entonces ¿Por qué hay gente que practica dichos actos tan brutales y desinteresados por el bienestar? Estos no son actos repentinos o que surgen de “la nada”. La mayor parte de las personas violentas, comenzaron desde muy pequeñas, con actos menores, como herir a un animal o gritos a personas que va aumentando gradualmente. “Robert K. Ressler, criminólogo propulsor del Programa para la Detección de Criminales violentos, ha comprobado que todos los asesinos seriales maltrataron, torturaron y mataron animales en su infancia o juventud.” (Gonzales A. 2013). El maltratar a los animales no solo es un acto inmoral, agresivo y violento, esto va más allá. Nos lleva a brincar al siguiente paso, agredir a seres humanos, herirlos e incluso matarlos. Como algo tan “simple” como es dañar a un ser vivo que de cierto modo no tiene las capacidades para defenderse o reclamar sobre lo que se le haga, te lleva a realizar actos mayores.
La violencia hacia los animales y los efectos que produce
Los animales al igual que nosotros, son seres vivos y los protege una ley llamada Ley Protectora de Animales del Estado de México, lamentablemente no son protegidos en todos los estados de manera escrita con su respectiva sanción. Un caso en el cual, por parte del gobierno, recibimos una respuesta de falta de interés ante este tipo de situaciones ocurre en Nayarit. Cuatro jóvenes en el año 2010 realizan un acto de tortura y asesinato de un perro callejero con ayuda de sus perros y el uso de palos y cadenas. Estos jóvenes graban todo el acontecimiento y deciden subirlo a las redes sociales, prontamente reciben quejas, insultos y amenazas por lo cometido y se le exige al gobierno que “haga algo al respecto”. Este responde a las peticiones del pueblo y decide brindarles a los cuatro jóvenes el apoyo de un guardaespaldas por cada uno de ellos por causa de las múltiples amenazas en las redes sociales. Unos meses después la asociación El Muro S.A. envía una carta al gobierno de Nayarit en el cual les expresa el error que ha cometido brindándoles a estos jóvenes los guardaespaldas y exigiéndole que se haga lo correcto y se le penalice a los cuatro. El gobierno responde y “según la organización ProviDigna, los agresores del canino tendrán que pagar solo 381.29 pesos de multa” (El Universal, 2010) dividido entre los cuatro. Triste es esta situación, hacen algo incorrecto y se les premia, o si acaso se les llega a penalizar, es mínimo el pago de las consecuencias.
En un caso en el cual unos jóvenes asesinaron a varios de sus compañeros en la escuela, se realizó una investigación posterior a lo ocurrido. Una psiquiatra los atendió para poder hacer un análisis más amplio y tener una comprensión más extensa de lo ocurrido. “La psiquiatra entrevistó a los padres para conocer si sus hijos habían tenido algún antecedente penal, criminal, algún tipo de comportamiento agresivo que pudiera haber dado indicios de que serían capaces de hacer este tipo de crimen.  En todos los casos los padres confesaron que sabían que sus hijos habían maltratado, torturado y matado de manera cruel a muchos animales.” (El Muro AC). El maltratar a los animales no solo es un acto inmoral, agresivo y violento, esto va más allá. Nos lleva a brincar al siguiente paso, agredir a seres humanos, herirlos e incluso matarlos. Como algo tan “simple” como es dañar a un ser vivo que de cierto modo no tiene las capacidades para defenderse o reclamar sobre lo que se le haga, te lleva a realizar actos mayores.

Justicia social y sus condiciones
Desde este nivel, en el cual actúan los agresores, de igual manera atentan contra el bien estar social. Todos participamos e intentamos crear para un desarrollo efectivo personal y social. En cada uno de nosotros recae la justicia social, velar por el bien común, basándonos en nuestros principios. La justicia social se comprende de muchas situaciones y requerimientos, como el respeto, y la distribución de bienes de modo básico. “Una condición necesaria para que una sociedad sea justa es que establezca los mecanismos que garanticen las condiciones y la distribución de bienes de modo que se satisfagan las necesidades básicas de todos sus miembros.”(Olivié, 2008, p.117).
Está en cada uno de nosotros las decisiones que tomamos, es obvio que nadie aparte de nosotros mismos las toma, pero debemos considerar también ¿Qué estamos haciendo?, ¿afecta a alguien más mi acción? O incluso ¿es correcto lo que hago u haré? “la voluntad de todo ser racional está atada a ella necesariamente como condición” (Kant, 2003, p. 57).  Tenemos una responsabilidad hacia nuestra sociedad, hacia el bien estar y la convivencia en armonía. Cuida tus actos para cuidar tu entorno.
“Históricamente, la noción de justicia social se ubica entre dos extremos: por un lado, una concepción que entiende a la justicia como un conjunto de principios sustantivos, inmutables e incuestionables que son derivados de la razón humana y por otra parte, una noción de justicia sustentada en el interés de las partes por mantener un equilibrio entre sus intereses en conflicto.” (García J. 2001, p.31).


La moral y la responsabilidad moral
Ahora bien, la moral es un elemento importante en nuestra formación, pero en realidad ¿Qué es la moral? Y ¿Cómo funciona? “Toda moral depende de un conjunto de principios, valores y normas de conducta. Y ha de plasmarse en actos concretos a la hora de llevarse a cabo, pues en la moral existe una exigencia de realización de parte de su función social. (Sánchez Vázquez. 2006.171). Por esto, podemos entender que la moral puede ser muy amplia, ya que depende de valores propios y normas regidas por uno mismo. Pero, la moral va más allá de simplemente lo que tú crees que está bien o mal, involucrando a la ética. En la cual vela por el bien estar común. En pocas palabras, si tú consideras algo que este bien, pero invades el bien estar de otra persona, ya sea física, psicológica o emocionalmente debes tener cuidado porque, abre camino a otras normas que nos rigen llamadas leyes.
Al dañar a un miembro de tu familia, dañas de igual forma su dignidad, lo que lo hace humano, lo que lo hace ser valioso por el simple hecho de ser humano. “Los seres humanos tienen un valor intrínseco, esto es, dignidad… esto los hace valiosos sobre cualquier precio” (Rachels, 2007, p. 206). El peso recae en nosotros, nuestra conciencia y la razón. Pero, ¿Cómo esto nos afecta como sociedad? Es sencillo, como el simple y viejo dicho: “todo comienza en el hogar”. Así como es indispensable la formación educativa de los integrantes de la familia, es imposible ignorar el hecho que nuestros actos influyen en nuestros familiares. Los valores por ejemplo, estos no simplemente se enseñan como una simple palabra con su respectivo significado, si no, que se comprende de manera que uno observa y actúa. El quejarse de la inseguridad y aumento de violencia en la sociedad nos causa impresión, pero en casa todo sigue igual o incluso empeora. Erradicar el problema de raíz es la manera más efectiva de lograr acabar con la violencia, en casa.
La responsabilidad actua junto con la moral, tu eres responsable de tus actos, hasta cierto punto y debe tomar en cuenta el bien estar común, como lo es la sociedad y claramente su bienestar. “El hombre sólo puede ser moralmente responsable de los actos cuya naturaleza conoce y cuyas consecuencias puede prever, así como de aquellos que se hallan bajo su dominio y control” (Vázquez, 2006, p.99). Todos, como seres racionales e integrantes de una sociedad, en la cual todos congeniamos y nos relacionamos, recae en nosotros el deber y la responsabilidad de así mismo crear una sociedad justa en la cual podamos alcanzar el bien estar social.
Relativismo cultural en conjunto con la moral
Y aunque, "Culturas diferentes tienen códigos morales diferentes" (Rachels, 2007, pág.39), somos seres racionales y con capacidad de analizar y comprender cosas que otros seres vivos no pueden, no es justificable el hecho de tener una formación distinta o pertenecer a una cultura donde se practiquen cosas que dañen la integridad y el físico de otra persona.
Un ejemplo es la excisión.”La excisión es un procedimiento de desfiguración permanente a veces llamado “circuncisión femenina”, aunque tiene poco parecido con la práctica judía. Más comúnmente, por lo menos en periódicos  occidentales,  se  le  llama  “mutilación  genital  femenina”.  De acuerdo  con  la Organización Mundial de la Salud, esta práctica está extendida en 26 naciones africanas, y dos millones de niñas son “excisadas” cada año.” (Rachels, 2007, p.53)
Abankwah fue detenida en el aeropuerto Kennedy, de Nueva York, el 29 de marzo de 1997, cuando intentaba entrar ilegalmente en EE UU. Procedía de una aldea de Ghana, habitada por unas cuatrocientas personas. La mujer solicitó de inmediato asilo político a las autoridades. Explicó que temía que los líderes de su aldea la sometieran a mutilación genital porque había violado sus costumbres al perder la virginidad fuera del matrimonio. (Newsome M. 2015).
 En algunas culturas de pequeños y grandes grupos, tienen costumbres, y cosas que vienen practicando años atrás, no podemos criticar a las personas que realizan este tipo de actos dentro de sus culturas y márgenes. Pero en otros casos afecta directamente el acto a la sociedad externa, como algo de mucho mayor interés común, la humanidad y su respectivo valor como ser humano y su bien estar involucrado en su entorno, la sociedad. Es por esto que, asi como se debe respetar las distintas culturas y sus prácticas, hay que respetar a la humanidad, su dignidad y el entorno en el que se desenvuelve.
Conclusión
En base a todo lo anteriormente abordado, te invito a ti, lector, tomar conciencia de lo que sucede en tu alrededor. Tu hogar, tu colonia e incluso tu mismo te muestran señales en las cuales te darás cuenta de la presencia de la violencia. Respeta a los demás, para así poder ser respetado, pero más importante es, respetarte a ti mismo. Cuida a los animales, las mascotas que tienes o los callejeros. Toma medidas preventivas y colabora al bien estar social. Porque todos como individuos, somos la sociedad. Si comenzamos todos desde el seno de la familia, el hogar, los cambios la irán transformando y de igual manera promoverá la justicia social, el bien estar social y el respeto individual. Joven, adulto, niño, no importa en qué etapa de tu vida te encuentres, abre los ojos y actúa. Tristemente México es el país de los deseos y los sueños, deseamos que todo fuera mejor, soñamos con una mejor sociedad, un mejor gobierno. Claro eso no está mal, pero, ¿Qué estás haciendo tu para cambiarlo? Te invito a que tomes conciencia y actúes, todo ser vivo debe ser respetado.

Referencias
El Muro. (2009). Recuperado de http://www.elmuro.mx/2012/index.php/el-muro-ac/que-es-el-muro-ac
Complementaria (X)
El Universal. Pagaran 380 pesos por matar a perro en Nayarit. (Abril ,2010). Recuperado de http://www.eluniversal.com.mx/notas/674987.html
Complementaria (X)
García, José F.. (2001). Justicia social y salud pública. Salud en Tabasco, Vol. 7, núm. 3, revista: Redalyc, recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=48770310#
Básica (X)
González, A. (Mayo, 2013). El Horizonte. Maltrato animal: un origen de la violencia social. Recuperado de http://elhorizonte.mx/a/editorial/3039
Complementaria (X)
Kant, I. (2003) Fundamentación de la metafísica de las costumbres. México: Porrúa.
Básica (X)
Kreimer, R. (2010). Desigualdad y violencia social: Análisis y propuestas según la evidencia científica. Anarres
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Olive, L. (2008). Interculturalismo y justicia social. Autonomía e identidad en la era de la globalización. México: UNAM. 
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Rachels, J. (2007). Introducción a la filosofía moral. México: Fondo de Cultura Económica. 
Básica (X)
Sánchez Vázquez A. (2006). Ética: Objeto de la ética. Barcelona: Editorial Crítica 
Básica (X)

Almenares Mariela, Louro Isabel y Ortiz María. (1999). Comportamiento de la violencia intrafamiliar. Revista Cubana de Medicina General Integral. Vol. 15 Núm. 3. Recuperado de: http://bvs.sld.cu/revistas/mgi/vol15_3_99/mgi11399.htm